jueves, 16 de abril de 2009

Ensayo 4: Construyendo un corredor biológico

Sabemos que existen muchos factores que causan la pérdida de biodiversidad uno de ellos es la fragmentación de hábitats. Cuando un hábitat se divide o fragmenta se interrumpe la interacción entre organismos y la continuidad de la vegetación, de tal manera que quedan aislados, trayendo como consecuencia la formación de subpoblaciones.
Los científicos, han ideado una alternativa para solucionar este tipo de problemas mediante la creación de corredores biológicos. Los corredores biológicos son espacios geográficos, que tienen la finalidad de conectar dos o más hábitats con características ambientales similares, de tal forma que permitan el desplazamiento de los organismos. Para el establecimiento de un corredor biológico se cuenta con herramientas para su diseño, gestión y monitoreo.

Como primer paso se elige el área donde se pretende establecer el corredor, en dicho lugar se evaluarán los aspectos socio-económicos, ya que estos determinaran su factibilidad. Es importante considerar si la comunidad esta dispuesta a contribuir en el uso adecuado de los recursos, si se conoce la estructura de la tenencia de la tierra y no hay conflictos entre sectores, entre otros aspectos.

Por lo general los corredores biológicos se establecen entre áreas naturales protegidas, conectando una zona núcleo con la otra. Se deben realizar estudios para verificar que el área donde se pretende establecer el corredor cumpla con las características ambientales que permitan su viabilidad. Los corredores biológicos no sólo pueden estar compuestos de vegetación sino que también pueden llevar acabo la conectividad entre cuerpos de agua, como el de la imagen de la derecha.

Es importante aclarar que no todos los corredores serán iguales, ya que las características de este también estarán definidas según la especie que se pretende conservar. Dentro de los estudios que se deben realizar es la determinación de las exigencias ecológicas de la especie y su capacidad de desplazamiento.

Dentro de la implementación de un corredor también se considera la elaboración de un mapa, este nos facilitará la realización de estudios en el corredor biológico. Ya establecido el corredor se tienen que monitorear sus avances y éxitos en la región, es decir debemos comprobar si realmente se están cumpliendo los objetivos establecidos al inicio.

Como podemos ver el establecimiento de un corredor no es una construcción tan sencilla como se oye, ya que se tienen que considerar diversos factores, tanto biológicos como socioeconómicos. La tarea principal de esta construcción será permitir el transito de las especies, favoreciendo el mantenimiento de la biodiversidad, los procesos ecológicos y evolutivos. Los corredores biológicos intentan disminuir la fragmentación de hábitats, de tal manera que se mantenga su conectividad natural, por lo que se les considera como una estrategia de conservación.

Bibliografía

Douglas-Hamilton I., Krink T., Vollrath F. 2005. Movements and corridors of African elephants in relation to protected areas, Naturwissenschaften, Vol:92, pp. 158-163.

Gurrutxaga S.M. y Lozano V. P. 2008. Evidencias sobre la eficacia de los corredores ecológicos: ¿Solucionan la problemática de fragmentación de hábitats? Departamento de Geografía y Arqueología, Universidad del País Vasco. Pp 1-13. Vista el 14 de abril de 2009.

Imbernon J., Villacorta M. J., Zelaya F.C., Valle A. A. 2005. Fragmentación y conectividad del bosque en El Salvador Aplicación al Corredor Biológico Mesoamericano. Facultad de ciencias agronómicas, Universidad del Salvador, Vol: 4, pp.1-14.

martes, 14 de abril de 2009

Ensayo 3: La heterogeneidad espacial de la vegetación

Como ya sea mencionado, los ecosistemas funcionan de manera ordenada en conjunto con los organismos que se encuentran inmersos en estos. Las modificaciones que puedan presentarse en los ecosistemas o en los organismos que lo integran, pueden propiciar el desarrollo de modificaciones en los patrones de distribución de la vegetación. La heterogeneidad espacial de la vegetación y las condiciones ambientales son una de las principales características de las zonas áridas y semiáridas.
Adler P.B., et al. (2001), realizó un estudio (basándose en investigaciones previas), sobre la influencia del forrajeo en la heterogeneidad espacial de la vegetación. Este autor menciona en el artículo que el forrajeo puede alterar la heterogeneidad espacial de la vegetación, y en consecuencia pueden presentarse alteraciones en los procesos ecosistémicos y la biodiversidad.

La heterogeneidad espacial de la vegetación ha sido reconocida y utilizada desde hace mucho tiempo, aunque no despertó interés en los científicos hasta la popularización del transporte aéreo. Según Gillett (1941), la expansión de la fotografía aérea, recogida de forma sistemática a partir de 1950, reveló la frecuencia y extensión de los patrones espaciales de la vegetación. Estos patrones despertaron curiosidad y numerosos trabajos intentaron explicar su origen y dinamismo.

Algunos autores consideraron que se trataba del resultado de la degradación provocada por la actividad humana, la cual había fragmentado la cubierta vegetal perdiendo su continuidad. Otros investigadores sugirieron que los patrones reflejaban oscilaciones climáticas ocurridas durante el Holoceno. Finalmente, las propuestas mejor aceptadas atribuían la heterogeneidad espacial de la cubierta a procesos geomorfológicos (Tongway D.J. 2004).

La heterogeneidad de la vegetación en los paisajes áridos y semiáridos se debe en gran parte a la manera en que se distribuyen los recursos, pero esta distribución particular de la vegetación, en forma de parches, no necesariamente quiere decir que exista perdida o escasa energía.

Los animales forrajeros juegan un papel muy importante en la distribución de la vegetación, y no necesariamente pueden influir de manera negativa, si no que contribuyen en la dispersión de semillas y materia orgánica a lo largo de todo el paisaje. Por lo general los animales forrajeros se encuentran en las áreas donde existe abundante recurso primeramente alimenticio, pero también agua y minerales.

Algunos investigadores consideran que el forrajeo puede ser utilizado como una herramienta de conservación ya que, como ya se mencionó, la distribución de los forrajeros se relaciona con la distribución de la vegetación, así que podemos mantener o aumentar la heterogeneidad espacial de la vegetación con la ayuda de los animales forrajeros.

Como podemos ver, los ecosistemas donde la distribución de la vegetación no es homogénea no forzosamente se deberá a que se encuentre en deterioro o a que no haya alta productividad, de hecho puede ser de lo más normal. Esto dependerá del tipo de ecosistema y de la escala espacial a la que lo estemos observando.


Bibliografía
1. Adler P.B., Raff D.A., Lauenroth W. K. 2001, The effect of grazing on the spatial heterogeneity of vegetation, Oecologia. Vol 128, pp 465-479. Vista el 13 de abril de 2009 en: http://www.springerlink.com/content/ff883m1m39blqmde/fulltext.pdf
2. Tongway D.J., Cortina J., Maestre F.T. 2004. Heterogeneidad espacial y gestión de medios semiáridos. Ecosistemas, Vol: 1, pp. 2-15. Vista el 13 de abril de 2009, en: http://www.revistaecosistemas.net/pdfs/88.pdf
3. Lezama F., Altesor A., León R. J et al. Heterogeneidad de la vegetación en pastizales naturales de la región basáltica de Uruguay. Ecol. Austral. jul./dic. 2006, vol: 16, 2. pp.167-182. Vista el 14 de abril 2009, en: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1667-782X2006000200008